Foto de un reloj de area que representa la presión por tener el Plan de Seguridad y Salud cuando se comienza una obra

El Plan de Seguridad y Salud. EPISODIO 1: «Es para ayer»

El Plan de Seguridad y Salud es un documento tan fundamental que sin él no se puede dar inicio a una obra.

Es un día cualquiera del mes de febrero, el sol resplandece, el cielo está despejado y los pájaros cantan. Consultas tu correo electrónico y ves que os acaban de adjudicar una nueva obra. Se lo comunicas a tus compañeros y la oficina se llena de felicidad y buen rollo. «¡Buen trabajo, departamento de estudios!», «La verdad es que necesitábamos conseguir esa obra», se escucha por ahí. Una batalla ganada, sí, pero ahora comienza otra, y en esta no se hacen prisioneros. Acaba de sonar el pistolezado de salida y hay una fecha clave que pende sobre vosotros como la espada de Damocles: la firma del acta de replanteo e inicio de obra. ⚔️

Antes de que se pueda dar inicio a la obra, hay multitud de ‘papeleo’ que hay que tener listo. Y con papeleo nos referimos a que, a lo peor, ni siquiera tenéis Jef@ de obra asignado, hay que gestionar los suministros de agua, electricidad e internet, alquilar unas casetas o buscar un local cercano a la obra que haga las veces de oficina. A lo lejos se oye una voz que dice: «¡El Plan de Seguridad y Salud, el Plan de Seguridad y Salud, no os olvidéis!», acompañada de un pequeño silbido: «Fiuuuu….» 🎶

Tus oídos están en modo producción, filtrando los inputs. Ahora mismo eres como una bala de cañón que acaban de disparar. ¿Has dicho Jef@ de obra? Si no tienes a alguien en plantilla pues Recursos Humanos al rescate; tiras de contactos del móvil, un café con un antiguo compañero o mismamente una horita en ‘linquidín’, scroll para arriba, scroll para abajo. ¡Listo! ‘Enviar mensaje’, problema resuelto y a otra cosa mariposa. Nótese la ironía, ya que no es tan fácil sino más bien todo lo contrario. Ah, y que el Jefe de Obra, cuando lo tengas, se vaya poniendo con el Plan de Seguridad. Aquí hay varias opciones para redactar el PSS: A- lo hace el Jefe de Obra, B- lo hace el Departamento de Prevención o C- lo externalizamos.

A, es teóricamente la mejor opción, ya que es el Jefe de Obra quien sabe cómo quiere o puede hacer la obra, el que está en contacto directo con el resto de los intervinientes y el que va a tener que hacer frente durante la ejecución de los trabajos. B, la redacción se pasa a personal que tiene un mayor conocimiento de los procedimientos preventivos y su adecuación a la legalidad, pero que inevitablemente va a tener que realizar multitud de consultas a la Jefatura de Obra. Y C, que aún teniendo mucha experiencia, habiendo estudiado el proyecto y el Estudio de Seguridad y Salud, no puede más que plantear hipótesis sobre la ejecución real de la obra y va a tener que, sí o sí, adaptarse a lo que la Jefatura de Obra indique, con las correspondientes consultas.

A título personal, te podría decir que hay conversaciones mantenidas entre la Contrata y el técnico o empresa externa, encargada de realizar el PSS, que bien podrían ser incluidas en un libro, pero en un libro de terror a lo Viernes 13 o La matanza de Texas. Cosas como «ponle lo que tú veas que luego ya…» te hacen sentir verdaderos escalofríos. Y también están los Corta y Pega full equip que convierten al documento más importante de toda la obra en cuanto a Seguridad en un auténtico refrito infumable. Sin hablar de que si hay un cambio en el proyecto antes de aprobar el Plan, que Dios nos coja confesados, ese documento ya no lo adapta nadie.

Mientras incorporáis al nuevo fichaje, los días pasan y el tiempo corre en vuestra contra. El sol sale por el este y se pone por el oeste unas cuantas veces más. Vuelven a sonar las voces de ultratumba: «¡El Plan de Seguridad, el Plan!», pero nada, como si oyeras llover, modo producción activado. ¿Están las casetas miradas? «Mira que empezamos dentro de 30 días». ⏳

Faltan diez días para empezar la obra. Ya tenéis personal para la obra, suministros, la zona reservada, los comparativos prácticamente cerrados para los primeros contratos, el Jefe de obra ‘on fire’, y es ahora cuando aquel silbidito «fiuu» se oye con más potencia, más cerca, más alto. Una llamada, es el Coordinador de Seguridad en fase de ejecución preguntando por quinta vez cuando le vais a enviar el Plan de Seguridad y Salud para poder revisarlo.

Miras hacia arriba y ¡FiuuuuuuUUUU! ¡Booom! 💣 acaba de caer la bomba atómica justo en vuestra delegación, todo salta por los aires, aquellas caras de alegría se desvanecen: nos falta el PLAN DE SEGURIDAD Y SALUD. Ese ‘papelito’ que piden para poder iniciar la obra, que es obligatorio por ley, que tiene como objetivo eliminar o minimizar los riesgos de la obra y que sin él no vamos a tener ni el Libro de Subcontratación ni la Apertura del Centro de Trabajo.

Todas las cabezas se giran hacia el Departamento de Prevención y el Jefe de Obra, y cantando al unísono, preguntan: «¿Y el Plan? ¿Tenemos el Plan?». Los TPRL y el Jefe de Obra contestan: «Estamos en ello», ya que están con su redacción o la empresa externa lo está realizando. El Jefe de Obra tiene tal carga de trabajo que apenas sabe el día de la semana en el que estamos.

Comparativos, contratos, reuniones con la Propiedad, con la DF… Pues nada, hay que ponerse, ya solo os queda una semana para tramitarlo. Pero ese «tramitarlo» incluye redactarlo, entregárselo al CSS, tener su VºBº y el acta firmada, acudir a la Inspección a dar de alta el Libro de Subcontratación y comunicar la Apertura del Centro de Trabajo. ¿Imposible? ¡No! Somos una constructora, la presión nos hace más fuertes. 💪

¿Alguna vez has levantado una maceta del jardín bajo la que hay un nido de hormigas? 🐜 En cuanto se ven desprotegidas, todas comienzan a correr para poner a salvo a las larvas y al alimento, transportándolo todo con sus fuertes mandíbulas. A la vista de un ojo desentrenado parece el caos, pero no, saben perfectamente lo que están haciendo. Pues eso es ahora vuestra oficina, y así sera durante esos últimos 7 días. Carreras, llamadas, consultas. «¡Es para ayer, es para ayer!». Realmente fascinante de observar y totalmente innecesario en términos operativos, pero «Amigo, acéptalo tal y como viene».

Finalmente, y al borde del pitido final, tenéis nuestro Plan de Seguridad y Salud aprobado y tramitado. Pero, aunque hayáis conseguido entrar en plazo, tienes a la Coordinación de Seguridad medio en contra, pues pudo ver cómo dejabas desatendido un elemento fundamental de la obra, como lo es la seguridad, y, además, el partido empieza con vuestr@ Jef@ de obra quemad@ por la tensión, estrés y presión sufridos durante la fase previa al inicio de los trabajos, stricto sensu.

Podría parecer que estáis a salvo, que la tormenta ha pasado y el barco sigue a flote, pero no, nada más lejos de la realidad ya que muy probablemente esto mismo, o algo muy parecido, venga ocurriendo en vuestra empresa desde que tienes memoria y seguramente volveréis a caer en idénticos errores con la próxima adjudicación de una obra.